Advertencia para cualquier lector-reflector humano

La poesía no puede ser tu piedra angular
la poesía no podrá ser siquiera un poco de arena
la poesía quema o destruye la sangre cauta
la corrompida sangre la vuelve tinta
pintando con nuestra vida las hojas en blanco.
Por eso el miedo acecha mi cuerpo,
por eso mi teclado es la espada de Damocles
Así concibo los labios definitivos y rosas
de mis manos, de las caricias como espadas.
Así, brevemente, Reflector Humano
oía como me dictabas un deseo.

Bienvenida/o

denguecortos@hotmail.com

lunes, 30 de junio de 2008

Campeones de pinturas faciales

Yo salí un día con mi piel pintada, y detrás de mí, lo hicieron miles de hombres y mujeres sin más pintura que la que yo iba derramando.

Yo salí un día con miles de hombres y mujeres que iban derramando sus pinturas a lo largo de una calle.

Yo salí un día con una calle regada con la pintura de miles de hombres y mujeres que derramaban su humanidad a lo largo de una ilusión.

Yo salí un día con una ilusión de creer que miles de hombres y mujeres pintados de calles se derramaban a lo largo de una humanidad.

Yo me tuve que avergonzar de una calle con colores de una humanidad que pinta muy poco y que derrama cada día todas las ilusiones vanas.


"Yo acabo cada noche despierto entre sudores fríos por las visiones socialmente inaceptables que me está produciendo mi cordura"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las telas estigmatizadas, clamando normalidad, salieron sin más ánimo que el de justificar ansias de calurosa celebración por que sí, porque las excusas debidamente justificadas son tan válidas como las verdades supremas.