I
Me voy a concebir
a mi mismo,
como un demonio.
Voy a eyacular
sobre las almas cándidas
repartiendo la simiente destructiva
de mi impotencia,
el fruto prohibido.
II
Vísperas urticantes
del cambio de marcha
intoxicaciones de amor
perdido ando
o vuelo o me arrastro
como el hálito del olvido
Mis ojos inacabados
y en la espalda
habitaciones abiertas
por mil latigazos.
Mastico la tierra
que nunca poseo
recordando la saliva
transmutada
Debajo de un puente
infinito tal vez
ahí donde empezó la vida
a raudales se terminó
Tristes ojos bifurcados
ante una nariz
irrespirable
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