He pensado en divorciarme de ciertas partes de mi cuerpo como se van las alas de los árboles cuando los niños les asustan con sus manos pringadas de sueños. Este niño que todo lo contempla porque nada le es antiguo porque nada le es angustioso, porque conserva en sus ojos la mecánica de construir mundos con unas hojas y un tiempo sin manecillas.
He pensado en divorciarme de ciertas partes de mi cuerpo que fueron unidas a mi esperanza con el pegamento que mis padres donaron a la eternidad un día que llovió y cuyo frío hizo juntar sus cuerpos.
He pensado en divorciarme de ciertas partes de mi cuerpo que hacen sombras a las letras que componen mi nombre en un día soleado mientras un eclipse cae como una tilde y fragmenta mi realidad cada dos por tres, mientras mi niño burlón responde: "seis".
1 comentario:
No me cabe duda, ese niño es un puño de verdades en silencio.
Maravilloso es de esas veces que solo mirar es mucho mas que tocar, hazme un huecooo que miramos ambos atravez de esos puertos de entrada...
Un beso.
Publicar un comentario