Advertencia para cualquier lector-reflector humano

La poesía no puede ser tu piedra angular
la poesía no podrá ser siquiera un poco de arena
la poesía quema o destruye la sangre cauta
la corrompida sangre la vuelve tinta
pintando con nuestra vida las hojas en blanco.
Por eso el miedo acecha mi cuerpo,
por eso mi teclado es la espada de Damocles
Así concibo los labios definitivos y rosas
de mis manos, de las caricias como espadas.
Así, brevemente, Reflector Humano
oía como me dictabas un deseo.

Bienvenida/o

denguecortos@hotmail.com

domingo, 30 de septiembre de 2007

Denguefrases II

Estimados reflectores humanos, dejo a vuestra disposición la segunda lista de denguefrases, por si queréis dejar algún comentario de las que más os llamen la atención:
Las Denguefrases, las podíamos definir como:
"Aquellas imágenes automáticas o reflexivas, tanto realistas como superrealistas, concordes o contradictorias, sobre las relaciones posibles e imposibles de los significados entre sí de las palabras. Al abarcar infinitas combinaciones posibles, se produce un híbrido o metáfora paradójica, hiperbólica, como resultado del despliegue de niveles o planos del lenguaje.
Obsérvense las influencias de las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna y la aplicación del método paranoico-crítico daliniano."

LISTADO DE DENGUEFRASES

Sonreí al pensar en un máquina que por una cantidad módica te susurrara “Su fe-li-ci-dad. Gra-cias.”

Al octavo día -pasaje que el escritor de la Biblia obvió- Dios miró a la tierra y la vió toda imperfecta, Adán y Eva pecadores, especies no tan excelentes, con sus aguas super heladas, con tormentas apocalípticas y viendo que todo se le iba de las manos, dijo: "Que os den por culo a todos." Y así obedecieron los humanos inventando el sexo anal.

Es una fantasía, no lo dudes, cuando suena la alarma, no hace ruido, sólo reverberan estrepitosamente nuestros miedos.


Rezaste una oración y al encontrarse el Sujeto elíptico, llegaste al predicado siendo ateo.

El abanico es el intento humano de respirar más allá de sí mismo.


Los abanicos crean una ilusión o autosatisfacción para la soledad. La del soplo suave en la nuca.


La ropa debió inventarse sólo para quitarla.

Las palabras que más me gustan todavía no están inventadas.


En los pasos de cebra tocan los coches las teclas de la Sinfonía al Caos.


Hay ojos que al cerrarse, cierran el mundo.


A-normal, a-temporal, ...por eso cuando quiero no querer grito a-mor.


Las gorras guardan el misterio de si debajo de ellas habrá algo que merezca ser ocultado.


La ropa de temporada que tenemos guardada es una cárcel injusta para nuestra piel cuadriplicada.


“Umm, no sé si por coger un pedacito...”, dijo un antropófago mirándose al espejo.


Los documentos amarillentos que revuelan en tu oficina, son ánimas pidiendo un entierro digno.


Me siento Darwin, por la calle he encontrado una nueva especie que domina el planeta, son los "humonos".


Los funcionarios son personas en pena a las que se les niega la extrema-unción.


Todos somos padres o madres de una sombra que vuelve a casa cuando quiere.


Las gafas de sol convierten a los voyeur en monstruos invisibles.


Aquel mapamundi nos hizo ver el espacio tan limitado que tenemos para huir de nosotros mismos.


A veces, sólo a veces...a veces solo...solo a veces...a veces solo... a veces.


Los fallos son clavos que ponen en situaciones necesariamente caóticas todo nuestro engranaje.

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