
Vuelven las medias
y las enteras sonrisas
Vuelve la literatura
en su íntima expresión
Vuelven las hojas viajeras
de mis árboles de otoño
Vuelve el oscuro vientre
que dolía sin alimento
Vuelven las palabras
de hostal, vagabundas
Vuelve la garganta lúbrica
que tragó rayos y centellas
Vuelven las tazas de té
y la mezcolanza del ritual árabe
Vuelve una parte inextinguible
que fue sepultada en vida
con sólo dos pétalos de rosa.