Advertencia para cualquier lector-reflector humano

La poesía no puede ser tu piedra angular
la poesía no podrá ser siquiera un poco de arena
la poesía quema o destruye la sangre cauta
la corrompida sangre la vuelve tinta
pintando con nuestra vida las hojas en blanco.
Por eso el miedo acecha mi cuerpo,
por eso mi teclado es la espada de Damocles
Así concibo los labios definitivos y rosas
de mis manos, de las caricias como espadas.
Así, brevemente, Reflector Humano
oía como me dictabas un deseo.

Bienvenida/o

denguecortos@hotmail.com

domingo, 24 de enero de 2010

Cadáver exquisito


En una morgue abandonada a toda prisa, había una etiqueta atada a un dedo gordo del pie del último inquilino olvidado en la huida. Le habían mecanografiado un nombre y la causa del fallecimiento: "Corazón terrible que poseía cien mil latidos de distintas donantes. Muerte por sobredosis".

Arrastré el cuerpo a toda prisa. El lienzo actuaba como una telaraña. Saqué la imagen, a duras penas, por una ventana pintada en un cuadro próximo cuando dos transeúntes curiosos por la situación me preguntaron la hora. "Es hora de desaparecer" Buenos días, buenas noches, Mr. y Mrs. Kesington.

La versión oficial: Robé el cadáver, como se roban a diario, por ese digno pensamiento de que si no los echamos en el contenedor azul, no nos quedamos moralmente satisfechos.

La versión extraoficial: Se parecía tanto a mí que temí no volverme a ver delante de los espejos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Egocentrismo para la segunda persona del presente de L´amour fou

Soy la mota en un ojo acusador. Soy la mano que se saca a pasear. Soy la calva dureza de un hueso pulido por las lágrimas. Soy un negativo besado por el Sol. Soy la quiniela sin fondos. Soy un periódico sin las páginas de mamadas a 35 euros. Soy las páginas blancas de sólo dos teléfonos que dejaron de hablarse. Soy un cojín con el relleno del pavo. Soy la cenital luz de un incendio mortal. Soy La Balsa de la Medusa de Géricault. Soy un monumento amado por el amigo de lo ajeno. Soy el único amor que se cierra de piernas. Soy un fundamentalista humano. Soy un poder sin vasallos. Soy una iglesia recién destruida. Soy una guitarra con vasectomía hecha en el mástil. Soy el antónimo de ti. Soy la destrucción entre algodones. Soy el volcán con el azufre de una cebolla. Soy la huella hueca que borra la historia. Soy Ofelia de los prerrafaelistas. Soy un continente sin sonrisas fronterizas. Soy agua, hielo, nube y llanto. Soy quien escandaliza a tus plantas diciéndole guarrerías al oído en latín. Soy un amor muerto por amor. Soy un libro sin la banda magnética de inseguridad. Soy un buen televisor...apagado. Soy tus palabras impronunciables. Soy tus labios rodeando cualquier sexo. Soy un estado mental transitorio. Soy un...so-y...una joven memoria desmemoriada. Soy una tilde en tu nombre que hoy no salió por Antequera.