Advertencia para cualquier lector-reflector humano

La poesía no puede ser tu piedra angular
la poesía no podrá ser siquiera un poco de arena
la poesía quema o destruye la sangre cauta
la corrompida sangre la vuelve tinta
pintando con nuestra vida las hojas en blanco.
Por eso el miedo acecha mi cuerpo,
por eso mi teclado es la espada de Damocles
Así concibo los labios definitivos y rosas
de mis manos, de las caricias como espadas.
Así, brevemente, Reflector Humano
oía como me dictabas un deseo.

Bienvenida/o

denguecortos@hotmail.com

domingo, 17 de mayo de 2009

Mi sueño de madera



Arrancado de una madre sin Dios, Pinocho, ese niño árbol, acabó perdido, ensimismado, contando las anillas de su tronco.

Me pregunto yo, que he creído cien veces en aquello de que "todo el mundo tiene lo que se merece", por qué he creído como la fe ciega que se tiene a un padre cuando no se puede contrastar la respuesta. También he creído siempre que si floto, que si a veces me caigo como una hoja huérfana, que si mis pensamientos son huecos y mi sangre resbala como resina por todo mi cuerpo, es porque disfruté inconscientemente de un pasado de madera, de un hermanamiento con Pinocho, cuya nariz prominente me ha atravesado, insuflándome esos dolores o latidos de humanidad, que todo el mundo alguna vez deseó merecer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pinocho no acabó perdido sino que se hizo de carne y hueso. Pero aún siendo de madera experimentó los mismos sufrimientos que un niño de verdad, por lo tanto, que diferencia hay entre ambos estadios?pues muy claro, los anhelos. El pinocho de madera soñaba con ser de carne y hueso, pero...y después con qué soñó? eso es lo peor de los cuentos, te enseñan a lograr una meta pero no a disfrutarla. Me quedo con el pinocho de madera, con el que tenia un sueño.
Un guerrillero sin guerrilla

Francisco Javier dijo...

Gracias por tu comentario. Sigue por ese camino guerrillero de madera. Un saludo.