Advertencia para cualquier lector-reflector humano

La poesía no puede ser tu piedra angular
la poesía no podrá ser siquiera un poco de arena
la poesía quema o destruye la sangre cauta
la corrompida sangre la vuelve tinta
pintando con nuestra vida las hojas en blanco.
Por eso el miedo acecha mi cuerpo,
por eso mi teclado es la espada de Damocles
Así concibo los labios definitivos y rosas
de mis manos, de las caricias como espadas.
Así, brevemente, Reflector Humano
oía como me dictabas un deseo.

Bienvenida/o

denguecortos@hotmail.com

miércoles, 9 de enero de 2008

Tuyo

En una fila de railes, vuelves, vuelvo, vuelven
acabando de llegar los que traen las pausas
lo que traen las esperas improrrogables
las espadas como labios de Aleixandre.

En unas manos que fueron miles
desconocidas todas todas
paseando en la ciudad ruidosa
vacía
acabaron perdidos
mojados antes que la fuente
u ojos de despedida prematura.

Los rótulos de las calles son etiquetas
que se descuelgan al paso de dos
luego de cuatro pasos o de uno sólo.

Y así pegaron los besos
sin más nexo que su deseo.

Y con un metrobús
se recorrieron los cuerpos
crepúsculo de ojos
noche oscura
sábanas
y cantares de vela.

No hay sueños
cuando el sueño
descansa a cinco centímetros
y no duerme, se amolda.

Detrás de los cuadros
del museo
acordaron tácitamente
la sencillez.

Ahogaron un café
y lo ahogaron con frío
Mentira, que es mentira.
Se acabó ruborizando
el hielo fundido.

Y vieron la pequeñez
aumentada
y lo desierto
que está todo
y el ruido tan tonto
que estrepitosamente cae
por las calles
escondidas
en el té con limón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ufffffffffffffffffffffffff
lo haces tan visible que casi casi lo siento de nuevo

Francisco Javier dijo...

Gracias por tu comentario, desde luego no todo el mundo puede llegar a sentir exactamente eso.

Me alegro que lo compartas y muchas gracias por pasarte por aquí.

Un beso.

Anónimo dijo...

Me parece precioso...

Anónimo dijo...

Gracias por quererlo compartir conmigo de manera silenciosa...